Un diálogo en la oscuridad...
- Te echo de menos... te llevo echando de menos desde la última vez que pude contemplar tu rostro.
- Sabías que esto iba a pasar, no me culpes.
- No te culpo, fracasaría en la vida haciéndolo.
- Dices que sigues enamorado, demuéstralo pues.
- ¿Exiges amor?
- Yo no exijo nada, sólo que me escuches.
- Llevo toda una vida escuchándote, ¿acaso tienes algo nuevo que decirme?
- Me haces daño con tus palabras...
- No seas ilusa, dime, dime eso que tanto necesitas decirme.
- Te odio...
- Ahora eres tú quien me hace daño...
- Qué más da. La vida es un contínuo dolor. Y tú bien lo sabes.
- Siento tu piel tan cerca que podría acariciarla con mis suspiros...
- ...
- Dame otra oportunidad.
-...
- La próxima vez será la buena. No más fallos, no más mentiras.
- Juegas conmigo, ¿verdad?
- Quisiera poder jugar, al menos. Pero me rechazas, contínuamente.
- ¿Qué va a pasar?
- ¿A que te refieres?
- Si te doy otra oportunidad.
- Que te amaré como nunca...
- Mientes. Siempre me has mentido. ¿Por qué iba a creerte ahora?
- Porque tú también me deseas...
- El amor no es deseo.
- ¿Me amas pues?
- ...
- Siempre has sido tan reservada...
- Antes te gustaba. Querías que estuviera callada, siempre en silencio...
- El silencio es pureza. Las palabras sólo marchitan los corazones.
- ¡Cállate, me haces daño!
- Siento el brillo de tus ojos aún estando en la oscuridad.
- ...
- ¿Estás llorando?
- ...
- Te quiero
- ...
- Gracias...