Y sentir el viento en la cara, jugando con mi pelo.
Los árboles desnudándose ante el inminente invierno.
A veces se necesita tan poco...
Sensaciones de otros tiempos,
recuerdos de la niñez agazapados en la memoria.
Todos tenemos una isla en la que refugiarnos,
cuando el temporal acecha.
Mi isla es ésta,
la isla de las emociones.