sábado, julio 14, 2007


Puede que al final todos seamos actores en una gran obra de
teatro,
cubiertos por una máscara que nos deja ver
sólo aquello que decidimos mostrar.
Quizás la vida se trate de eso,
de demostrar que podemos convertirnos en otros,
guardando bajo la coraza de hierro oxidado
nuestros verdaderos sentimientos.
Enseñar el verdadero rostro,
el de los ojos cristalinos,
eso,
eso sólo lo consiguen algunos valientes.
Luchar contra la diosa Soledad
es a veces más necio
que regirse por las leyes de la locura.
Por eso algunos deciden
coger el camino más corto,
el que lleva a la Nada.

2 comentarios:

S dijo...

Elegir la soledad
es olvidar que somos
un ni�o y un anciano
en este mismo cuerpo.

No se puede ser solo
en semejante conglomerado
de sabidur�a.

Jugar, reflexionar y vivir.
Con las m�scaras que nos hagan
sencilla y puramente felices.


Besos de renacimiento

Anónimo dijo...

Y xq no?, mi vida es el telón de un teatro sin función.... Lo malo es que si todos en esta vida somos actores... ¿donde coño está el apuntador cuando hace falta? Jops, la improvisación es un don que muy pocos poseen :(. Besiños