Hace tiempo un amigo me dijo
que el infierno está más cerca de lo que creemos,
y que si no sabes cómo frenarlo, te acaba atrapando entre sus zarpas.
Puede que me haya quemado un poco las cejas
intentando demostrar que hay algo más...
que hay algo que te atrapa lentamente
hasta hacerte perder el equilibrio.
Puede que tenga razón,
puede que vivamos en un continuo ir y venir
de una punta a otra del precipicio,
y que cada paso que damos
nos puede llevar a caer en lo más hondo de nuestro ser.
Somos vulnerables, somos extraños.
Pero siempre conservamos la sonrisa.
Y eso, sí... eso es lo mejor que tiene el ser humano.
La sonrisa.