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Al final del túnel siempre hay luz... ¿Pero qué pasa cuando tus piernas son incapaces de seguir caminando?Entonces deseas no haber entrado en él, deseas haber escogido un camino más fácil. Pero son tantos los sentimientos agolpados en tu mente que te desanima el simple hecho de terminar lo empezado.
Voces conocidas que se hacen hueco entre los árboles animando tu camino. Voces desconocidas que creías conocer son las que frenan tus pasos. ¿A cuáles debo hacer caso?
"A ningunas" dice tu inconsciente... Haz caso a tu corazón. El instinto del alma es algo más que palabras sin sentido. Es una llamada a la esperanza y a la victoria en el camino de la vida.
Años han pasado y ahora somos todos extraños, ¿realmente nos conocemos?¿Realmente conocemos a quien creemos conocer? NO.
El sudor de tantos años de caminata han colapsado los poros de mi piel. El ambiente asfixiante de los altos árboles me impide respirar.
Aquí me retiro, dejando paso a otros que vendrán. No sigo el camino, pero tampoco lo desandaré, simplemente me haré a un lado, como tantas otras veces. Me internaré en la espesura, y que mi corazón guíe al fin mis pasos, y ya no mis razonamientos.
Suerte para los que continúen el traicionero camino. Yo, aquí, me bajo del tren.
Como cada noche se acurrucaba en la última mesa, justo en la esquina desde donde se podía observar todo el local. El ambiente de humo le recordaba con cariño aquellas mañanas de frío invierno, cuando apresuraba el paso para llegar a tiempo a la fábrica. Aquella gris y sucia ciudad también tenía su encanto...
El cigarro temblaba en sus labios descoloridos, como queriendo dibujar un cuadro impresionista en la atmósfera. Un sorbo, dos... el maldito whisky la acabaría matando, sino se mataba ella antes.
Mecía sus cabellos enmarañados y observaba a su alrededor. Un anciano triste y encorvado sujetaba una taza de café entre sus arrugadas manos, como cada noche. La camarera resoplaba tras la barra, mirando su reloj ininterrumpidamente, como queriendo acelerar las agujas con el poder de su mirada. Al fondo un grupo de jóvenes elevaba sus voces por encima del televisor implorando tiempos mejores. Palabras sueltas recogían las cenizas de sus cigarros... Ella los observaba con melancolía, recordando su juventud luchadora... aquellos sí que habían sido buenos tiempos. Junto a ellos un hombre clavaba la mirada en el techo, quizás implorando a un dios olvidadizo de almas puras la redención de sus pecados, quizás contemplando las telarañas que juguetonas se hacían hueco entre los presentes.
Un día más en la vida de tantos seres anónimos. Un día más en su propia vida... vida de desengaños y desamores. Amor... ¿qué era eso?
La lluvia azotaba los cristales. La tregua no había llegado todavía desde aquella mañana, y cada gota se filtraba por su piel buscando llenar las venas oxidadas de tantos años de amargura. Sí, necesitaba salír ahí fuera, notar el agua sacudiendo su delicado cuerpo...
Con un gesto aplacado se despidió de la camarera y del anciano y dirigió sus pasos a la puerta. Con mano temblorosa giró el picaporte y en pocos segundos se vio sumida en un océano de incertidumbre. Las lágrimas se fundían con la lluvia que resvalaba por su cenicienta cara. Cerró los ojos... al fin se sentía viva desde hacía mucho, mucho tiempo. Notaba el frío en el cuerpo, y el contraste de ardor en su corazón. El contacto con la lluvia le recordaba tanto a él... No quería dejar de llorar, no podía dejar de llorar... El dolor era tan grande que su cuerpo temblaba con agudas contracciones, hasta que no pudo más y se desplomó sobre el asfalto.
El coche no la pudo ver hasta que fue demasiado tarde...
Carlos Varela
Como un ángel en una prisión
la dejaban encerrada en su habitación.
Un incienso y un disco de los Doors
y un cigarro marihuana calmaban su dolor.
Nadie le dio algo de amor. Nadie.
Nadie abrigó su corazón. Nadie.
Y su padre no hacía más que pelear.
Y su madre se pasaba todo el díasin dejar de llorar.
Una virgen colgada en la pared
y el tatuaje de una cruz en la espalda,donde no se ve.
Nadie le dio algo de amor. Nadie.
Nadie abrigó su corazón,
por eso quiso buscar como escapar,
por eso se fue buscando otro lugar.
Así fue que un día se escapó
donde nadie, nadie la encontró.
Y de nada sirvió que avisaran a la policía
la buscaron varios días, pero nunca
nunca aparecía.
Nadie le dio algo de amor. Nadie.
Nadie abrigó su corazón. Nadie.
Yo la ví saltando del balcón
y en el aire quiso tocar el Sol.
¿Dónde fue? Solo lo sabe Dios.
Como un ángel se desapareció.
Nadie le dio algo de amor. Nadie.
Nadie abrigó su corazón,
por eso quiso buscar como escapar,
por eso se fue buscando otro lugar.
Como un ángel.
Cansada de estar y de no estar. Cansada de tener k sonreír para hacer ver que no pasa nada. Cansada de no ver una palabra de aliento, una mano que te ayude a levantarte en esos días en los que el mundo se te cae encima. Cansada de desilusionarme con gente que creía que era de otra forma, años de amistad sumidos en un desierto de desconfianzas. Cansada de tener que dar explicaciones. Cansada de no poder hacer lo que quiero el 100 % del tiempo. Cansada de los muertos en vida. Cansada de gente que no me comprende, y cansada de no comprender a la gente. Cansada de la hipocresía. Cansada del reír para quedar bien... cansada de todo... cansada de nada.
Feliz del que me quiere, de los que sí me quieren. Feliz de ser yo misma, sin más trapos sucios que los de la cocina. Feliz de poder ver amaneceres eternos mientras ansiamos tiempos mejores. Feliz de amar y ser amada. Feliz al ver feliz a los demás. Feliz de no comprender ciertas cosas para poder ser niña eternamente. Feliz de dibujar un sol en mi sonrisa cuando las nubes lloran. Feliz de saberme viva...
Las pesadillas cubren mi almohada de sollozos... Llevo demasiado tiempo sin contemplar un amanecer, y la poca luz que queda en el cuarto ha sido absorbida por mi propio cuerpo...Siento la palidez en cada poro de mi piel...
Una vez más siento su presencia... Es demasiado doloroso saber que está ahí, observándome, y yo sin poder siquiera salir de mi escondite. Las sábanas son mi refugio en las noches más oscuras, pero ni tan siquiera el consuelo de saber que te veré cada noche me permite salir de mi agobiante tristeza. Ni siquiera cuando me abrazas y mis lágrimas se funden con tu piel siento la calidez de la vida. A veces pienso que realmente estoy muerta...o que todo esto es una maldita pesadilla. Pero de nuevo apareces tú, con tus palabras de calma y consuelo... ¿crees de verdad que funcionan?¿lo haces para sentirte mejor tú mismo?
No...no...No vuelvas a reírte de esa manera!!!Sabes de sobra que me pones muy nerviosa, esas escalofriantes carcajadas que retumban en mis oídos, como queriendo demostrar lo fuerte que eres. Olvidalo.Porque...¿sabes?estoy cansada de ti!!!Estuve enamorada, lo estuve!!!Pero ya no, es imposible amar a las criaturas del diablo...
(continuará...)
Cada día me apetece más fugarme a Marte... La televisión solo se interesa de polítikeos estúpidos y del corazón de gentuza que no sabe ni donde cae la República Habanera. La guerra en Irak ya no le interesa ni a las ONGs, los africanos se siguen muriendo de hambre, a la gentuza le sigue interesando más que su coche nuevo no se raye a k yankis, europeos y árabes estén pasándose unos a otros las bombitas atómicas y que un día de estos como en aquel juego de los globos de agua a uno se les caiga una "sin kerer"o no tan sin querer...y booom, al carajo todos y todo... aunk pensándolo bien, no sería mala idea, al carajo todo y k me dejen a mi vivir en una chavola al estilo Robinson Crusoe... Eso tenía que hacer, pirarme a una isla desierta, a desertizar mi mente de la basura televisiva, de las almorranas producidas por agrios políticuchos que juegan con nuestras vidas y a tomarme un daikiri o como cojones se diga.
Es tan difícil ser raro en este mundo... si vistes de negro eres una abre tumbas, si te gusta el heavy no tienes oído musical, si juegas al rol, eres un psikópata asesino y si lees cómics un ignorante. Pues muy bien señores, seré todo eso y mucho más, y a mucha honra.
¿Alguien se fuga conmigo de esta mierda de sociedad???????????????
Al final del túnel siempre hay luz... ¿Pero qué pasa cuando tus piernas son incapaces de seguir caminando?Entonces deseas no haber entrado en él, deseas haber escogido un camino más fácil. Pero son tantos los sentimientos agolpados en tu mente que te desanima el simple hecho de terminar lo empezado.
