domingo, mayo 04, 2008


Siempre he pensado que los días con niebla ayudan a sentirnos diferentes. Te levantas, abres la persiana y el mundo que te esperabas, el paisaje monótono de siempre, desaparece a pasos agigantados entre la espesa niebla. La sensación que esa imagen produce es sobrecogedora, y me apetece salir corriendo a la calle para ver si me atrapa y me lleva con ella.
De pequeña siempre pensaba que la niebla venía del mar (y en parte, cierto es), y con ella llegaban las voces de los náufragos pidiendo ayuda. Por eso siempre sentía angustia por querer oírles, por querer ayudarles. Y salía al jardín, a veces corría hasta la playa, y llamaba por ellos. Les decía que no se preocupasen, y estaba convencida de que me escuchaban.
Años después sigo sintiendo algo especial cuando amanece cubierto de niebla. La gente camina apresurada por las calles, con miedo incluso, y los coches con sus luces amarillentas aminoran su marcha. Me recuerdan a pequeños farolillos traspasando un bosque cubierto de zarzas. La niebla a veces es tan espesa que parece meterse en las casas, y si no andas con cuidado se puede quedar escondida en esos rincones oscuros y fríos de la vida. Porque hay gente que vive sumida en desazón, caminando como zombies por las calles. Y es triste verlos, pasan contínuamente a nuestro lado y cuando lo hacen siento frío, y por unos momentos me contagian su tristeza. Me recuerdan a aquellos náufragos que, cuando era pequeña, me pedían ayuda.
Quizás todo esté relacionado, quizás por eso a la gente no le gusta el invierno, la niebla, la lluvia. Porque les recuerda que somos seres débiles, que como cualquier otro animal, nos asustamos fácilmente. Pero a mi me gusta, me gusta ir caminando y hacer un dibujo en mi cabeza de cómo serán los siguientes cinco pasos. Y poder así crear mi propio mundo, extraño, raro. Un mundo en el que a nadie le gusta vivir, pues se vuelven autómatas en sus coches de luces amarillas y caminando apresuradamente para resguardarse en las casas. La gente tiene miedo a lo desconocido, por eso prefieren la luz de un día de verano, donde hasta los rincones más oscuros pierden su magia para mostrar la realidad.

5 comentarios:

Mhedgal dijo...

Cuando la niebla cobra forma, solo deja entrever un velo detras del cual se aleja una mujer. Distorsiona las formas, vacia la calles. Y deja un olor que seguiria hasta el fin del mundo.

A mi tambien me encanta la niebla, y la historia. SIgue asi guapa.
Un beso.

http://www.youtube.com/watch?v=uSdQ3Ze2VOM&feature=related

Esther dijo...

La niebla, da paso sin duda a imagianr, un paisaje, a una persona un lugar, déjemos un rato los días claros, y paseemos un rato por la niebla...
UN ABRAZO

P.D:Desde mi blog, te llega un arbolito de la felicidad,recógelo y disfrútalo mucho ^^

Anónimo dijo...

Hola: la gente tiene miedo a la niebla, xq la niebla esconde cosas y esconde a las personas distintas como nosotros... para nosotros la niebla es misterio y sueño. Para muchos otros la niebla es pesadilla... Un besiño nebuloso guapa. Suerte con tu trabajo de farera ;)

Gittana dijo...

Es la primera vez que entro a tu pagina...

No me arrepiento...
ahora regresaré etternamente...

Gittana dijo...

Jamas...... jamas pasara desapersibida.... Jamas.... yo leó todos y cada uno de mis comentarios... Me encanta que nos parecemos en muchas cosas... Seré tu etterna lectora... Escribe, no olvide que tiene un blog...

Besos etternos...