Los que estabais habituados a leerme (cada vez más pocos) os habréis dado cuenta de que he hecho algunos cambios. A veces hay cambios que llegan sin avisar, como si una mano te cogiese en alto, desvirtuase tu mundo, y te volviera a colocar en el mismo lugar. Y claro, lo que antes era ya no es, y viceversa. Así me llevo sintiendo yo desde hace unos meses, así que bueno, he decidido dar un cambio al blog para intentar respirar aire fresco. Más luminoso, oliendo a hierba recién cortada, espero llenarlo de mensajes más cargados de optimismo que lo que venía haciendo últimamente. Será difícil por las circunstancias, pero lo intentaré. Porque, como decía aquella canción, cuando todo va mal, sólo queda esperar que sople el viento a tu favor. Y yo, además de esperar, soplaré y soplaré hasta que las velas de mi barco se vuelvan gordas y blancas como las nubes de la cabecera de este blog, y que me ayudarán a surcar los mares incluso bajo las peores tempestades.
1 comentarios:
El optimismo es algo muy bueno, siempre ver el vaso medio lleno. Que estes continuando asi, poniendo entradas alegres seguro que te ayudara ;)
Publicar un comentario